jueves, 15 de diciembre de 2011

 Hoy ha sido un día muy especial desde que hemos entrado en clase, como ya habéis podido leer, un poquito más abajo, en otra entrada. Pero para mí ha sido aún más especial, porque hoy he asistido al homenaje que le han hecho a mi madre, por su labor con los más necesitados, por sus palabras de ánimo en los momentos difíciles de la enfermedad... en fin...por ser como es: una persona buena, entregada a los demás, con buen humor, aún ante los malos momentos y muy espiritual.
Permitidme que os deje un poema, que le ha leído en el acto,  nuestro buen amigo Pedro García Macías:


“Gente "

Hamlet Lima Quintana (Poemas de "La breve palabra"  - Ediciones del Valle - 1998 – Buenos Airess – Argentina)

 
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con solo sonreír entre los ojos,
nos invita a viajar por otros mundos
y permite florecer todas las magias.

Hay gente que con solo dar la mano,
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas;
que con solo empuñar una guitarra
te regala una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca,
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas.
Y se queda después como si nada.

Y uno se va de novio con la vida,
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.




Seguro que tod@s conocemos a alguien a quien dedicarle este poema...Espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena Gema por tener una mamá tan especial.


Isabel.

Gema Mordillo Franco dijo...

Gracias... La verdad es que tengo mucha suerte de tener la madre que tengo...Hay quien dice que antes de nacer, como energía que somos, elegimos la familia en la que queremos nacer...porque la necesitamos para evolucionar como ser y ellos a nosotros.

A mí me gusta pensar que es así...porque veo como nos complementamos, las lecciones que me dan para ser mejor persona y me doy cuenta que las cosas no pasan porque sí... aunque no sean cositas agradables, gracias a ellas me han ocurrido otras mejores y soy como soy.

Cuando hablas con mi madre, siempre sacas una lección espiritual de la charla. A veces no llegamos a entenderlas pero pasado un tiempo...ves como todo encaja , nos miramos y... no hace falta decirnos nada... asentamos con la cabeza y sonreímos.