sábado, 10 de diciembre de 2011

Hoy celebramos el día de la Martir Santa Eulalia...

Hoy día 10 de diciembre en Mérida, nuestra ciudad, se celebra el día de nuestra patrona: La martir Santa Eulalia.
Os voy a contar un poquito sobre su historia y por qué se la conoce como "la martir".


Eulalia nació en Emerita Augusta, en el año 292.
Cuando cumplió los doce años, apareció el decreto del emperador Diocleciano prohibiendo a los cristianos dar culto a Jesucristo y mandándoles que debían adorar a sus dioses.
                                                              
La niña sintió un gran disgusto por estas leyes tan injustas y se propuso protestar entre los delegados del gobierno.

Viendo su madre que la joven podía correr algún peligro de muerte si se atrevía a protestar contra la persecución de los gobernantes, se la llevó a vivir al campo, pero ella se vino de allá y llegó a la ciudad de Mérida.

Eulalia se presentó ante el gobernador Daciano y le protestó valientemente diciéndole que esas leyes que mandaban adorar a sus dioses y prohibían a Dios eran totalmente injustas y no podían ser obedecidas por los cristianos.

Daciano intentó al principio ofrecer regalos y hacer promesas de ayudas a la niña para que cambiara de opinión, pero al ver que ella seguía fuertemente convencida de sus ideas cristianas, le dijo que la mataríapasando por muchos sufrimientos, si no obedecía a la ley del emperador que mandaba adorar a sus dioses y prohibía adorar a Jesucristo. 

Y le dijo: "De todos estos sufrimientos te vas a librar si le ofreces este pan a los dioses, y les quemas este poquito de incienso en los altares de ellos".


La jovencita lanzó lejos el pan, echó por el suelo el incienso y le dijo valientemente: "Al sólo Dios del cielo adoro; a Él únicamente le ofreceré sacrificios y le quemaré incienso. Y a nadie más".

Entonces el juez pagano mandó que la martirizaran hasta morir.
Dice el poeta Prudencio que al morir la santa, la gente vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo, y que los verdugos salieron huyendo, llenos de pavor y de remordimiento por haber matado a una criatura inocente.

La niebla cubrió el cadáver y el suelo de los alrededores, hasta que varios días después llegaron unos cristianos y le dieron honrosa sepultura al cuerpo de la joven mártir.


Allí en el sitio de su sepultura se levantó un templo de honor de Santa Eulalia, y dice el poeta que él mismo vio que a ese templo llegaban muchos peregrinos a orar ante los restos de tan valiente joven y a conseguir por medio de ella muy notables favores de Dios.

Llamamos martir a  una persona que moría por su fe religiosa, y en muchos casos era torturada hasta la muerte.

Semanas antes de esta fecha empiezan a aparecer las llamadas "Nieblas de la Martir", con las que se recuerda el hecho.

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