Al hilo de uno de los comentarios en el mini chat...busqué satisfacción y en Wikipedia he encontrado esto y me voy a permitir comentarlo.
"La satisfacción es un estado de la mente producido por una mayor o menor optimización de la retroalimentación cerebral, en donde las diferentes regiones compensan su potencial energético, dando la sensación de plenitud e inapetencia extrema.
Cuando la satisfacción acompaña a la seguridad racional de haberse
hecho lo que estaba dentro del alcance de nuestro poder, con cierto
grado de éxito. Esta dinámica contribuye a sostener un estado armonioso dentro de lo que es el funcionamiento mental".
A menudo muchas personas cuando me ven de aquí para allá con el portátil a cuestas (siempre corriendo...jejeje) me dicen que soy hiperactiva, concepto mal empleado, porque lo que si soy es muy activa, necesito estar dándole vueltas a ideas, es más...¡¡disfruto haciéndolo!!. No me gusta la monotonía en mi vida y por supuesto tampoco en mis clases. Creo que la motivación y la creatividad son super necesarias en educación. Y a mí me encanta sorprender a mis alumn@s, ver sus caras de asombro me llena muchísimo.Cuando tengo una idea en mente (me vienen a visitar a diario muchas...y no entienden de horarios...jejejeje) es cierto que hasta que no la llevo a cabo, como un proyecto, no estoy tranquila. Y una vez puesta en marcha y acabada...tengo esa sensación de satisfacción y si encima ha quedado como esperaba...¡¡flipo!! ( como dicen los modernos...jejeje)
"La mayor o menor sensación de satisfacción, dependerá de la
optimización del consumo energético que haga el cerebro. Cuanto mayor
sea la capacidad de neurotransmitir, mayor facilidad de lograr la
sensación de satisfacción.
No se debe confundir la satisfacción con la felicidad, aunque sí es necesario estar satisfechos para poder entender qué es la felicidad plena".
Si tenemos pequeñas o grandes satisfacciones diarias nos encontramos mejor anímicamente. No hace falta que vengan de los demás, tú mism@ te puedes producir esas satisfacciones, algunas las buscamos y otras vienen solas por nuestros actos, nuestras palabras o nuestro comportamiento.
"La insatisfacción produce inquietud o sufrimiento.
No obstante, dado que la naturaleza del cerebro y la prioridad de la
mente es la de establecer caminos sinápticos que consuman lo menos
posible, el hombre siempre tenderá a ir buscando mejores maneras de
estar satisfecho, por lo que en su naturaleza está estar constantemente
inquieto y en constante expectativa de peligro por perder la poca o
mucha satisfacción que esté experimentando en su presente,
comprometiendo de esta manera el grado de felicidad final que se
obtiene".
Tod@s sabemos que no se puede tener todo...hay parcelas de nuestro ser que no están cubiertas y eso nos produce insatisfacción , lo que conlleva a encontrarnos mal.Y tendemos a buscar la forma de estar satisfechos aún en esas parcelas, no siendo siempre el grado de felicidad el deseado.
"La falta de estímulo por lo cual moverse, actuar y pensar,
procedentes de la satisfacción plena, solo aumenta el grado de inquietud
por conservar ese estado de consumo mínimo el mayor tiempo posible.
Cuando la parte racional ha registrado por varias veces el ciclo
satisfacción - estado de plenitud y marca el objetivo de conseguir ese
estado de forma indefinida con el mínimo esfuerzo posible. Es entonces
cuando se necesitará de la consecución del estímulo adecuado para
activar la motivación que nos permitirá emplear la energía para
movernos. En ocasiones la parte racional puede entrar en conflicto: Si empleo energía pierdo el estado preferente; pero puedo obtener aun más opciones para sostener dicho estado, si actúo. Cuando ese ciclo se ha realizado por muchas veces, se puede entrar en un estado de apatía,
pues la parte racional puede llegar a la conclusión de que el esfuerzo
invertido no merece la pena, sobre todo si hemos fracasado muchas veces o
cuando nos hemos acostumbrado a que alguien se moleste por nosotros y
en un momento dado ya no lo tenemos a mano, o no lo logramos convencer".
Cuando vemos que nos esforzamos y no conseguimos lo deseado, nos volvemos apáticos: ese esfuerzo empleado no ha merecido la pena sobretodo si hemos vuelto a fracasar.
No obstante, la mente que se retroalimenta con el beneficio ajeno establece una excepción a esta regla; a eso lo solemos llamar amor, y por conclusión, se establece que el amor es necesario para entender y sostener la felicidad plena.
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